lunes, 20 de julio de 2009

-El dolor de la traición, cartas que escribí..


La Traición es una de las acciones mas bajas que pueden cometer los seres humanos, cuando una persona deposita su confianza, su cariño y amor en otra persona esta queriendo no la apariencia, ni el exterior de su físico, esta amando su integridad, sus sentimientos, su valor espiritual, su alma.
Estos elementos llamados sentimientos son como el perfume que está dentro de un frasco que puede ser muy bello pero lo importante es el contenido, ese perfume es lo que apreciamos también en los seres humanos.
Cuando una persona nos traiciona y lo sabemos, el dolor es inminente y es a nivel de alma, el dolor del alma a veces es más fuerte que el de cualquier enfermedad física, nos hiere muy hondo y nos puede conllevar por su profundidad a enfermedades como la depresión, des orientación, u otras enfermedades que se desarrollan cuando nuestras defensas bajan y las llamamos enfermedades oportunistas, entre ellas el colon irritable, cáncer y otras muy peligrosas.
Las traiciones durante siglos han sido escenarios de tragedias, muertes, violencias, suicidios entre otras maléficas historias. Arrastran consigo dolor, decepción, venganza, odios, celos, y pasiones de baja frecuencia, todo ello porque cuando los seres humanos no estamos en armonía y amor generamos energías negativas y atraemos sólo lo inadecuado hacia nuestro camino. La mejor manera de frenar esto es actuando bien, con honestidad, sin engañar, siguiendo lo que los metafísicos llaman la regla de oro que dice: no hagas a otro lo que no te gusta que te hagan a ti, cuando empleamos esto el camino se convierte en un paseo transitable, porque nada que hagamos a otro queda sin causa y efecto, son leyes universales que cuando las infringimos van en contra de nosotros mismos.
Hemos escuchado hablar de la Ley de la atracción, nosotros somos los que escogemos vivir en desarmonía o en pleno amor y abundancia, sólo depende de nuestros pensamientos y de nuestro comportamiento. Cuando somos los traicionados, y ese ser amado o amigo nos traiciona, nos sentimos impotentes ante tan infame acción pero ¿que vamos a querer o a amar en esa persona después de la traición?, si nuestra confianza queda derramada por tierra, el frasco de perfume se rompe, la esencia se evapora en un instante, y nos queda el dolor, es un dolor indescriptible porque los dolores que involucran sentimientos se introducen en un lugar muy sensible al cual llamamos alma y sólo el tiempo y el perdón liberador podrían sanar la herida que nos deja esta acción. Hay personas que aun siendo traicionadas insisten en mantener esa relación extremadamente dañada, pero estas personas sólo se siguen lastimando, porque aunque perdonen de corazón, el engaño cruel y despiadado es imposible olvidarlo de nuestra memoria por sus determinados eventos que nos han causado una huella o herida sentimentalmente de inigualable magnitud. Aunque no lo expresen y decidan acallar sus sentimientos los seres humanos que han sido engañados sufren callados y tienen a veces ideas fijas asociadas a los hechos, por momento parecen felices pero en el fondo hay una impotencia, un desvelo, y una falta sobretodo de estima y valía que les hace humillarse. aceptar, y seguir conviviendo con quien les traicionó porque no se creen merecedores de una relación más sana y basada en valores morales de integridad y respeto.
Este tema es muy delicado porque a veces el que perdona continua aceptando a la persona que traiciona, lo hace porque existen lazos muy preciados como hijos, familia, bienes comunes y ponen en la balanza el tamaño de las perdidas lo que les hace bajar la cabeza y continuar una relación que ya de por si no tiene sentido de existir por que no está basada en el amor.

DE LAS CARTAS QUE ESCRIBÍ.........

Miami 4 de abril de 1999

Después de haber emborronado no sé ni cuantas cuartillas durante toda mi vida y de una manera mas acentuada en estos últimos cuatro años, hoy decidí seguir escribiendo; pues hace unos meses me sentía verdaderamente extraña al ver que ni una sola vez, buscaba como otras veces, un papel para dejarte saber lo que estaba sintiendo.
Estoy acomodada en mi escritorio, escribiéndote una carta , pero esta vez será una sola misiva para saciar ese deseo irrefrenable del corazón de decir lo que se quiere a los cuatro vientos, sin tapujos, ni contemplaciones.
Hoy es un día precioso del mes de abril, para mi este mes es un mes encantado. Los abriles significan los años que cumplimos y el renacimiento de la belleza, las flores adquieren matices maravillosos en la primavera. Acabo de tomar un buen café, la mañana esta esplendida, radiante, ambos estamos bajo el cielo de una misma ciudad, ciudad que por momento nos parece fría e intoxicada, pero que tiene movimiento y se muestra amable con los que cargan sus mochilas al hombro.
Hace tiempo que no daba una caminata por la orilla del mar para meditar y purificar el espíritu. Sabía que cuando decidiera hacerlo caería una vez mas de rodilla ante el papel y la pluma. Tanto me gustaban de niña los materiales educativos, los lápices , los libros de colorear, los papeles, que puedo decir que soy una adicta a escribir.
Claro que nunca guardé nada, quizás por la falta de elogios, me dedique a escribir y botar hasta hace unos años y valga la redundancia, hasta el buen día que alguien le dio valor a uno de mis tantos manuscritos, luego como esa persona me pareció ducha en la materia, comencé a prestar atención y a guardar un poco los papeles. Hoy por hoy vivo como una polilla y tu mi buen amigo, ex-amante o como quieras llamarle eres testigo de ello.
Hoy puedo escribirte apartada de aquel flujo doloroso que salía a toda hora de mi alma, en realidad me he preguntado muchas veces si eso que sentía por ti era amor. No se si yo conocí o no el amor en mis años vividos, muy a pesar de haberme casado dos veces y tener ante mis ojos los maravillosa frutos de esas uniones. Se que Dios me premió con mis tres hijos y todos mis nietos.A decir verdad Dios ha sido muy generoso conmigo, pues si volviera a vivir desearía pasar por todo lo bueno y malo que he pasado. Escogería los mismos padres, mi familia tal y como es, sin cambiar a nadie. Mi vida no ha sido otra cosa que una escuela. No reniego tan siquiera el haber vivido en un país como el nuestro, condenado a cárcel por tantos años. Hasta esa esperiencia es digna de sacar frutos y lecciones enriquecedoras. Quieres cosa mas instructiva que ver como lo que parecía justo se devela ante nuestros ojos durante esos años de adolescencia y juventud, para convertirse en la causa mas descabellada e intransigente del universo?.
Pero no temas, la retórica de este día tiene de todo. Caminando por la orilla de la playa vi muchas gaviotas , desde niña me identifico con ellas, no sé si por las ganas de volar y salir de Cuba que durante años desee tanto o por que admiro la forma en que viven, de cualquier manera como me siento tan libre como ellas, hoy me siento a escribirte bien lejana de todo prejuicio. Se que tu quisieras ahora mismo borrar toda huella mía de tu existencia, o bien para que esto no te traiga problemas en tu relación o para sentirte aliviado y más a gusto de un peso que quizás llevás conscientemente dentro de tu corazón de por vida. Espinas y penas mi querido Nell, como aquel largo poema que te recite en el Concierto de Primavera ¿lo recuerdas verdad? Ese día sólo actuaba para ti, cantaba para ti y tu allí inmaculado, mi único espectador, ese que sale corriendo del teatro antes de que se enciendan las luces, para no ser reconocido. Supongo que eso también aporta una emoción al corazón,
Ya sé que las amantes, son amantes, quizás tu pienses hoy que eso fui. Yo por mi parte como me sentí minimizada y victima de un hombre de tu talla, lo único que puedo hacer es desahogarme en un papel , claro no sin antes decirte quien soy, pues estoy segura que nunca llegaste a ver más allá de lo que tus vitrales azules te permitieron, no pudiste conocerme por dentro, ni por fuera, porque el verdadero conocimiento del ser humano ni se mide, ni se percibe tan siquiera con ojos y palabrerías, el ser humano se siente cuando sus energías están en una misma dirección , latitud y longitud, allí donde se encuentran las almas afines, fusionándose en medio del Universo y eso no pudo pasar ahora con nuestro encuentro. Quizás pasó antes de esta vida, en una de las anteriores y ahora decidimos volver a vernos para saldar cuentas pendientes que nos harían crecer.
No obstante hoy, cuando pisaba las huellas de gaviota me reía de mi misma cuando te preparaba la cena para que tu comieras manjares preparados como si yo fuera un chef de la buena cocina, cosa que no hice antes para nadie, pero tu me dabas esa posibilidad de esmerarme y el tiempo de vigilia se hacia menos tedioso, me gustaba llevarte al baño con los ojos cerrados y creer que cargaba tu cuerpo sobre mis hombros, o que me pidieras con voz de niño que te curara las hemorroides, el flemón, o el mal que estuviera de moda. Luego sólo me quedaba disfrutar viendote con el control del televisor repasando todos los canales, fumando, sumido en ese silencio que solo se trasluce en una mirada de ira o o de deseos, en fin el holocausto donde quise morar para ti durante muchos y muchos contados días de las semanas y meses de estos últimos años de mi vida.
Que sabia yo de mi misma hasta que detuve el reloj un buen día y quise hurgar en mi interior, en mi nacimiento.
Mi madre dice: Fue un parto muy difícil aquel día 26 de febrero de 1950 se antojaron cinco o seis mujeres de dar a luz en la Maternidad Obrera de Marianao, a mi pobre madre, a ella la dejaron en una camilla desangrándose con aquellos dolores de parto. Tanto esperaron para atenderla que la pobre bebita en este caso, yo, aspiré el liquido amniótico directo a los pulmones y tubé un paro respiratorio, horas mas tarde sufría de disnea, neumotórax, y yo, la niña, trataba de salvarse conectada a muchos aparatos en una cámara de oxigeno.
Otros bebes gozaron en esas primeras horas de vida del calor maternal, sin embargo yo estaba allí, debajo de aquella carpa, con mi piel negruzca por la falta de oxigeno tratando de sobrevivir. Días después mi madre salio del hospital, ya se recuperada de aquella episiotomia, a duras penas se pedía sentar en un sillón.
Yo, la pequeña, internada en el hospital como suele pasar en esos casos. Las enfermeras en aquel entonces me manipulaban, me bañaban, me alimentaban, pero claro que sus manos no me daban la ternura que podía darme mi querida madre. Así transcurrieron unos veinticinco días para llegar a mi casa.
No te imaginas como fui recibida por todos, parecía que era yo una niña de merengue o cristal murano, a pesar que nací con unas nueve libras y media, había bajado y ahora era una bebita bien frágil y sobreprotegida.
Y después que te escribo esto me digo, ¿sabes que le pasó a la niña?, que nunca se amó, que le faltó autoestima , porque de la sobre protección después pasó a otra face al llegar su hermano y primos a la vida, no porque me dejaran de atender, pero si de elogiar, apoyar, porque mi abuela y familia materna se exilió y las separaciones dejan huellas profundas. Porque crecí viendo la frialdad de mis padres, la falta de armonía y comprensión, todo eso deja huellas profundas.
Mira las huellas hasta donde llegan que aun hoy estoy escribiendo cartas disparatadas para una relación que se traduce en un silencio profundo.......en fin, ya me acabé el café, dí una vuelta por los alrededores, te describí la belleza de esta mañana y espero me conozcas algún día, aunque yo esté a buena distancia de ti...............

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