-Dramas y triángulos del pasado

En el idioma francés, lengua que quise estudiar para llegar a graduarme como profesora, se estudian obras como una titulada Pélleas et Melisanda, la cual trata de dos amantes, ella casada con Golaud, y enamorada de su hermano Pélleas, embarazada de Golaud el cual no llega a ser un cornudo ya que los amantes llegan a confesar el amor del uno por el otro pero Golaud mata a su hermano por celos de un espadazo delante de los ojos de Melisanda y ella muere un poco después de dar a luz. En este drama los celos y la muerte están presentes como consecuencias del engaño esta escrita por Maeterlinck a fines del siglo XIX y fue muy popular en su época al punto de inspirar varias obras musicales de diferentes compositores como la opera Debussy, la cual dividió por un tiempo el publico musical y el mundo cultural de Paris entre detractores y defensores.

El compositor finlandés Jean Sibelius inspirado fuertemente por el drama de este triangulo amoroso compuso una obra para orquesta inspirado en ella.
El austriaco compositor Arnold Schoenberg entusiasmado por su amigo Richard Strauss, hizo su propia versión en 1903, lo cual resultó el único poema sinfónico que compuso en toda su vida. La obra se llamó en alemán Pelleas und Melisenda.
De estas grandes pasiones cabe mencionar el amor entre Lancelot y Ginebra (Guiniver en inglés) forma parte de la saga del Rey Arturo, siendo este otro famoso triángulo, Lancelot era uno de los caballeros de la Tabla Redonda y por tanto fiel amigo del Rey, termina enamorándose de la Reina y esta a su vez le correspondió con su descabellado amor.
Grandes y turbulentos amores prohibidos o triángulos amorosos son llevados a la pantalla grande y chica en telenovelas o tele-series así como a la poesía, a la música clásica y popular, al ballet, y siempre serán temas que inspiren a escritores, dramaturgos, compositores y productores del mundo.
Como me vi muy afectada por este amor imposible ya explicado en los primeros capítulos de este el libro, es realmente sorprendente que durante mi relación con el Príncipe (como le llamo a mi ex_amante), este viaja a mi país a ver la otra relación que hacia cuatro años había quedado atrás, cuyos cuatro años los llevaba compartidos conmigo, yo no suponía el tamaño del dolor, la impotencia, lo desgarradoramente triste que se sentiría mi alma sabiendo que aquel ser que yo tanto quería y amaba podía estar en otros brazos , besando otra boca, habiendo dejada aun entibiada mi cama y mi cuerpo con su ternura y amor.

Por ello a su partida escribo un poemario titulado Cartas de Amor, compuesto de diez sonetos, décimas de arte mayor y octásílabas y un monólogo en prosa libre. En aquellos días a pesar de mi dolor había un concurso de poesía abierto y se me ocurrió enviar esa dolorosa escritura sin imaginar que ganaría un Primer Premio Internacional.

El día de la premiación recuerdo iba tan triste, con los ojos tan inflamados de llorar, pero me decía ¿cómo podía un sufrimiento tan fuerte recibir para mi un premio tan grande?, un viaje con todos los gastos pagados para dos personas, participación en recitales merecido premio al dolor -me respondía a mi misma.
Y es que la inspiración se crece ante el sufrimiento, crece con la angustia, el alma vierte su dolor sobre papeles, sobre pentagramas, sobre lienzos, el artista se desahoga a través de las manifestaciones artísticas logrando obras que trascienden.
Amores como Romeo y Julieta, y otros muchos han dejado huellas en la historia de dramas pasionales, grandes amores y es que una vez más repito confundimos el amor con dolor, porque el verdadero amor está muy lejos de ser algo que nos cause sufrimiento, es verdaderamente penoso pensar que amar es sufrir, o soportar...............................

“La mujer perdona las infidelidades, pero no las olvida. El hombre olvida las infidelidades, pero no las perdona”.