Los cuentos infantiles dejaron en mí la esperanza de ver llegar a mi vida un hombre apuesto, con los ojos azules, voz varonil, perfecta dentadura y rostro agradable.
Hombre que llegaría tiempo después cuando cumplía yo los 44 años, residiendo en Los Estados Unidos, debido al éxodo de mi país Cuba hacía la base naval de Guantánamo.
Si me remonto a los libros que leía de niña, recuerdo cuando todo parecía ir muy mal para Cenicienta, su madrastra la maltrataba , las hermanas se reían de ella, sin embargo aparecía el príncipe azul, aquel joven apuesto durante el baile y de una forma mágica ella al final de la historia era la princesa feliz, rescatada de la pobreza, por lo que supuestamente viviría en paz y abundancia.
Si me remonto a los libros que leía de niña, recuerdo cuando todo parecía ir muy mal para Cenicienta, su madrastra la maltrataba , las hermanas se reían de ella, sin embargo aparecía el príncipe azul, aquel joven apuesto durante el baile y de una forma mágica ella al final de la historia era la princesa feliz, rescatada de la pobreza, por lo que supuestamente viviría en paz y abundancia.
Lo mismo ocurría si leía a Blanca Nieve cuando fue envenenada y despertó de aquel letargo en los brazos del bello joven, junto a los siete enanitos.
Que decir de la Bella Durmiente cuando se pinchó el dedo y despertó ante los hermosos ojos de un príncipe encantado.
Lo mío fue parecido, sencillamente me fijé en los ojos azules de aquel hombre, en una foto de los cubanos que llegaron en 1994 a la base naval de Guantánamo, quedé prendida de ese retrato. Para ser franca sin conocerlo idealicé que lo conocería y que sería mi Príncipe azul.
Lo mío fue parecido, sencillamente me fijé en los ojos azules de aquel hombre, en una foto de los cubanos que llegaron en 1994 a la base naval de Guantánamo, quedé prendida de ese retrato. Para ser franca sin conocerlo idealicé que lo conocería y que sería mi Príncipe azul.
Así fue, lo conocí cuando llegó a Miami y comenzamos una historia de amor, pero mi Príncipe había dejado atrás una relación la cual sostuvo por años paralelamente a la nuestra y en esos años conocí todos los sentimientos buenos y malos que los seres humanos podemos llegar a sentir, pero lo mejor que pude reconocer fue mi carencia de autoestima.
Conocí la fuente de donde brotaba esa carencia de aprecio por mi misma, a pesar que pasé años hundida en la desesperación de una pasión adictiva y dolorosa, logré conocer la causa y el efecto que rige nuestra vida y la de todos los habitantes del planeta tierra, como una de las leyes espirituales mas importantes.
Aprendí lo que de verdad significa amor y lo lejos que estaba de saberlo.
Conocí la fuente de donde brotaba esa carencia de aprecio por mi misma, a pesar que pasé años hundida en la desesperación de una pasión adictiva y dolorosa, logré conocer la causa y el efecto que rige nuestra vida y la de todos los habitantes del planeta tierra, como una de las leyes espirituales mas importantes.
Aprendí lo que de verdad significa amor y lo lejos que estaba de saberlo.
Aquel hombre , (Príncipe) que llegó a mí en momentos de soledad, cuando había dejado atrás toda mi familia, logró hacerme comprender, a duras penas, lo importante que es amarse y no aceptar nada que nos reste valor y dignidad.
Por eso es que hoy estoy aquí con estas reflexiones a sabiendas que como yo, hay muchas mujeres y hombres que pierden los estribos y se involucran en relaciones dolorosas, llenas de dudas, celos, humillaciones, donde por momentos parecen respirar y otras veces ahogarse en un pantano lleno de lodo.
Yo lo viví, y sé el dolor que esto produce, sé lo que es llorar desgarradoramente y mendigar el afecto, sé del dolor interno en el alma y hablar con voz temblorosa y apagada.
Bendigo ahora el haber regresado a mis cabales, a mi lucidez pero no sin haber hecho un serio análisis que me costó años de lecturas, sicoterapias y esfuerzo.
No quiero tratar este tema sin la infinita sensibilidad que el mismo merece, los seres humanos somos muy vulnerables, y cualquier persona se encuentra expuesta a un desliz, a vivir un amor a veces hasta platónico, sin llegar jamás a un encuentro, precisamente los sentimientos nacen en un rincón desconocido y perenne llamado alma, y es allí donde comienzan las emociones, los sentimientos que van cobrando forma , que crecen y comienzan a invadir nuestra conciencia, nuestros pensamientos que sin lugar a dudas rigen nuestros actos y nuestras decisiones.
Nuestros actos de adultos están basados en nuestras experiencias infantiles en nuestros archivos de memoria, en lo que recibimos del exterior, por ello es muy importante para todos los seres humanos nuestros primeros años de vida, a veces no pensamos en lo importante que es crecer en un hogar de amor y armonía, de no ser así siempre vamos a estar lidiando con todos los personajes y patrones que influyeron en nuestra crianza y por ende en ciertos momentos de nuestras vidas, nosotros estaremos jugando los mismos roles.
No quiero tratar este tema sin la infinita sensibilidad que el mismo merece, los seres humanos somos muy vulnerables, y cualquier persona se encuentra expuesta a un desliz, a vivir un amor a veces hasta platónico, sin llegar jamás a un encuentro, precisamente los sentimientos nacen en un rincón desconocido y perenne llamado alma, y es allí donde comienzan las emociones, los sentimientos que van cobrando forma , que crecen y comienzan a invadir nuestra conciencia, nuestros pensamientos que sin lugar a dudas rigen nuestros actos y nuestras decisiones.
Nuestros actos de adultos están basados en nuestras experiencias infantiles en nuestros archivos de memoria, en lo que recibimos del exterior, por ello es muy importante para todos los seres humanos nuestros primeros años de vida, a veces no pensamos en lo importante que es crecer en un hogar de amor y armonía, de no ser así siempre vamos a estar lidiando con todos los personajes y patrones que influyeron en nuestra crianza y por ende en ciertos momentos de nuestras vidas, nosotros estaremos jugando los mismos roles.
Me involucré en una relación dolorosa porque encontré un hombre apuesto, buena persona, contemporáneo conmigo, al que yo le puse además los atributos que en mi mente deseaba tuviera, y este Príncipe sí me dijo desde los primeros días de nuestro romance, que había dejado una relación en Cuba, aunque estaban con algunos problemas y no casados, tampoco con hijos en común, existía esa persona por la cual incluso había dejado a su esposa y madre de sus hijos, mujer que también sufrió muchísimo por causa de un triángulo amoroso.
He aquí como comienzo este libro en pos de llevar un mensaje sano, justo, sin dañar a nadie porque después que una persona se enamora y no es totalmente correspondida, sufre, y sufrir no es beneficioso para la salud de nadie, he aquí por lo que decido plasmar en este mensaje que espero pueda tener comprensión para muchos o rechazos para los que prefieren sufrir o gozarse en el dolor.
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