jueves, 28 de octubre de 2010

EL GRAN ERROR...........................




El gran error que cometemos a veces; es terminar una relación, y buscar inmediatamente una compañía para no estar solos, tratando de llenar ese espacio, vacío o esa carencia de afecto, que es adictiva y no podemos prescindir de ella.
Cuando una persona finaliza una relación, por lo que sea, pues no vamos a culpar a nadie, y la culpa no existe, lo que de verdad  sucede es la responsabilidad. Se entiende que en una pareja las responsabilidades son de dos, 50 y 50 por ciento para cada uno, pues, lo sano es darse tiempo, curar resentimientos o heridas, tratar de liberar a esa persona de nuestra vida; que no es de la noche a la mañana, y es necesario el tiempo.
Hay que; poco a poco, tratar de llenarse de nuevas brisas de la naturaleza, comenzar a pasear, si estamos tristes, tratar de llenar los días de entretenimientos, que pueden ser: lecturas, viajes, salidas con amistades o familiares, en fin volcarnos en nuevas metas.
Si pensamos que una nueva relación es lo que nos va a ayudar, podemos caer en dar con una persona que tenga características muy similares a la que teníamos cerca, o alguien que de verdad no nos conviene, quizás nos llenamos aun más de problemas y dolores de cabeza.
Hay que dar tiempo, hay que entrar en reflexiones a ver que pasó y porque nos hemos separado. Sin culpar a nadie. Tratar de ser objetivos y de enfrentarnos también con nuestras faltas, muchas veces sólo miramos a un sólo lado, y lanzamos el lodo a un tercero que no estaba ni en la relación.
Puede que seamos nosotros los adictos al amor. Está adicción es igual que la de alcohólicos o drogadictos, y para curar es necesario ir a programas de ayuda, ya que la persona que padece esta adicción, no puede salirse de relaciones, así sean malas, porque no le puede faltar una compañía, es como una botella de bebida para el borracho,  lo mismo, y no puede ese ser contenerse de buscar, o de llamar a la persona que dejó o que se alejó,  buscando inmediatamente alguien que sustituya esa carencia. Es entonces el llamado, gran error, porque no se hace una buena elección o selección y damos con personas que nada tienen que ver con nuestros sentimientos. Por el contrario caemos en una desesperación, que nos conduce a tener relaciones, que pueden hasta traer una enfermedad a nuestra vida.
Estos asuntos no se pueden tratar en un simple artículo, porque aquí juegan un papel primordial los hechos que pueden estar dañándonos y que casi siempre vienen de nuestra infancia, del afecto que no recibimos en ella, patrones que vimos en nuestros padres etc. que aun no hemos podido resolver y perdonar en nuestro interior.

Les sugiero mucha paciencia y tiempo para empezar de nuevo, hay que sanarse para empezar una nueva relación.
  

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